La veteranía es… dos grados
“La veteranía es un grado”, se afirma en ámbitos castrenses para significar, con cierto humor, que más vale un teniente experimentado que un capitán novato. Al Gobierno, que a veces parece más bien nuevo en ciertas cosas, la dura realidad, que es base fundamental de la veteranía, le ha supuesto dos grados, y perdón por el juego de palabras. Para enfriar unos estados de ánimo que se iban encrespando en amplias capas de la población, la ministra Ribera ha tenido que bajar dos grados su exigencia de temperatura mínima permitida, de 27 a 25, en hostelería y otras actividades.